Las ratas macho sin testosterona tienen ligamentos cruzados anteriores (ACL) más débiles que las que tienen niveles normales-altos
Jennifer Elisseeff, William Romani, Stephen Belkoff
En estudios con ratas, científicos de la Johns Hopkins Medicine reportan nuevas pruebas que parecen demostrar que el predominio de la hormona testosterona en los hombres puede explicar el por qué las mujeres tienen hasta 10 veces más probabilidades de lesionarse el ligamento cruzado anterior (ACL) en las rodillas.
Específicamente, encontraron que las ratas macho normales con suministros naturales de testosterona tenían Ligamentos Cruzados Anteriores (ACL) más fuertes que las que habían sido castradas y ya no producían la hormona. Los resultados se describen en la afamada revista médica The Knee.
«La principal implicación del estudio es que la testosterona puede contribuir a la capacidad del ACL para resistir cargas de tensión y puede ser uno de los múltiples factores para la tasa de lesiones del ligamento Cruzado Anterior (ACL) entre mujeres», dice William Romani, Ph.D., MHA, terapeuta físico e investigador de medicina deportiva profesor invitado en el Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad Johns Hopkins del 2009 al 2015.
La autora principal del estudio Jennifer Elisseeff, doctora en ingeniería biomédica en la Universidad Johns Hopkins, dice que el nuevo hallazgo podría conducir a técnicas que usan niveles circulantes de hormonas sexuales para identificar a los atletas con mayor riesgo de lesión del LCA que pueden beneficiarse de las estrategias de entrenamiento destinadas a fortalecer este ligamento.
El ACL es un tejido flexible y elástico que atraviesa la rodilla y conecta el fémur con la tibia. Más de 200,000 personas en los EE. UU. sufren lesiones de LCA, desde desgarros parciales hasta desgarros completos, la mayoría de las veces mientras se practican deportes. Estudios previos han encontrado que las niñas y las mujeres tienen entre 2 y 10 veces más probabilidades de desgarro del LCA que los hombres que realizan actividades similares. Las explicaciones para las diferencias de sexo incluyen diferencias en la anatomía, la fuerza, el tiempo de reflejos y hormonas.
Romani, quien ahora trabaja con Experience Corps de AARP Foundation, realizó investigaciones previas (en ratas) que demostraron que el estrógeno–una hormona predominantemente femenina– reduce la fuerza del ACL, pero también descubrió que los ligamentos de la rodilla en ambos sexos contienen receptores para la testosterona.
«Pensamos que si bien los estrógenos pueden hacer que el ACL femenino sea más débil y más propenso a las lesiones, la testosterona, puede actuar para fortalecer el ACL y protegerlo de lesiones», dice Romani.
En la nueva investigación, Romani y Elisseeff removieron el ACL, dejándolos todavía conectados a la tibia y el fémur. De 16 ratas sanas de 12 semanas de edad, 8 de las ratas eran normales, con niveles de testosterona que promediaban 3,54 nanogramos por mililitro, y 8 habían sido castrados, lo que les daba niveles casi indetectables de la hormona, (a 0,14 nanogramos por mililitro). Los investigadores midieron el área de sección transversal de cada ACL y luego conectaron los huesos (con el ACL estirado entre ellos) a una máquina que podía separar los huesos, tirando del ACL. Luego, probaron la fuerza de los ligamentos midiendo cuánta fuerza se necesitó para desgarrar cada ACL.
Los investigadores descubrieron que se necesitaba más fuerza (34,5 newtons, en comparación con 29,2 newtons) para desgarrar los ACL de ratones con niveles normales de testosterona, lo que indica que los ligamentos eran más fuertes. Dado que los investigadores generalmente han aceptado que un LCA más fuerte es menos propenso a las lesiones, los resultados respaldan un vínculo entre la testosterona y las lesiones del LCA.
e necesita más trabajos de investigación para explicar exactamente por qué vías y a través de qué moléculas actúan la testosterona y el estrógeno para influir en la fuerza del ligamento, y si las hormonas tienen el mismo impacto en otros ligamentos del cuerpo.
PD: En algunos casos en que existe poca masa muscular y desgarros en los tendones y/o ligamentos de los pacientes, podemos añadir a nuestras soluciones para el tratamiento del dolor algo de testosterona con intención de fortalecer estas estructuras y disminuir el riesgo de desgarros parciales o totales