En este artículo discutimos el uso de los estrógenos y la testosterona y su papel en la aceleración de la reparación y curación de las articulaciones.
Los médicos Proloterapistas han reconocido durante mucho tiempo que las hormonas son una parte necesaria la curación de las lesiones y de las heridas. Una nueva investigación apoya el uso de las hormonas bioidénticas en los pacientes con dolor crónico.
Las hormonas controlan el sistema inmunitario y lo ayudan a reparar las articulaciones dañadas. Un paciente que experimenta adelgazamiento del cabello, pérdida de deseo sexual, disminución del tono muscular, piel seca, dolores cólicos menstruales, menstruaciones irregulares, fatiga crónica, disminución de la temperatura corporal y una sensación de frialdad tiene una deficiencia hormonal hasta que se demuestre lo contrario.
Como todo lo demás en nuestros cuerpos, los niveles de hormonas deben estar equilibrados y balanceados. El «equilibrio correcto» puede cambiar, según el sexo y la edad, pero todos necesitan que sus hormonas estén equilibradas para que sus cuerpos funcionen de la manera correcta en que deberían funcionar. Cuando sus hormonas pierden el equilibrio, esto hace que el cuerpo no funcione correctamente. Cuando el cuerpo no funciona de manera óptima, no puede sanar de la forma en que se supone que debe sanar. Por ejemplo, tener altos niveles de estradiol puede disminuir la capacidad del cuerpo para producir fibroblastos, las células necesarias para construir que el cuerpo produzca tejido conectivo. Esta es una consideración para las mujeres que están en tratamientos anticonceptivas, ya que esto puede obstaculizar la capacidad de curación. De manera similar, los niveles bajos de hormonas definitivamente pueden alterar su capacidad de sanar, y provocan que se sienta lento, con pocas energías y salud.
La conexión científica entre los niveles hormonales y el dolor crónico.
- Recientemente, los médicos de la prestigiosa University of Oxford descubrieron que las mujeres posmenopáusicas que se sometieron a un Reemplazo total de rodilla o Reemplazo total de cadera tuvieron una reducción del 40% en la necesidad de una segunda cirugía «correctiva» después de someterse a la Terapia de reemplazo hormonal.
- En la investigación de animales de la University of Gothenburg, los médicos que observaron los aspectos (Jekyl /Hyde) sobre el papel del estrógeno en la destrucción articular (los estrógenos son constructores anabólicos y catabólicos) encontraron que los valores positivos del estrógeno alivian la sinovitis y la destrucción articular.
- Investigadores de la Austrialia’s University of Tasmania and Monash University, descubrieron que las mujeres con bajos niveles séricos de estradiol progesterona y testosterona endógenos, están asociados con un aumento de la hinchazón de la rodilla y sinovitis, y posiblemente otros cambios estructurales relacionados con la osteoartritis.
- En la Wake Forrest University, los médicos encontraron que la terapia de reemplazo de estrógenos aumenta la producción de IGFBP-2 (proteína de unión al factor de crecimiento similar a insulina-2, simplemente como su nombre implica un factor de crecimiento necesario para la reparación) y la síntesis de Proteoglicano (un lubricante para articulaciones) por parte de los condrocitos (células de construcción de cartílago que se encuentran en la matriz extracelular). El estudio concluye que el estrógeno puede tener un efecto positivo directo en el cartílago articular adulto.
- Los médicos de la Monash University en Australia, escribiendo en la revista médica Osteoarthritis Cartilage examinaron la relación entre las concentraciones circulantes de hormonas esteroides sexuales y la incidencia de la artroplastia total de rodilla y cadera debida a la osteoartritis en los hombres. Encontraron que las concentraciones más altas de androstenediona (testosterona) se asociaron con un menor riesgo de artroplastia total de rodilla y cadera para la osteoartritis en hombres con sobrepeso y obesos. Concluyeron sugiriendo que los esteroides sexuales circulantes (testosterona) pueden desempeñar un papel en la prevención del desarrollo de la osteoartritis en los hombres.
Existe una conexión entre los analgésicos y la terapia de reemplazo hormonal que empeora el dolor.
- Los médicos de Virginia Commonwealth University escribiendo en la revista médica Opioid Endocrinopathy sugieren que:
- Los opioides parecen afectar múltiples vías endocrinas que conducen a niveles anormales de diferentes hormonas, como la testosterona, el cortisol y la prolactina.
- Los opiáceos parecen afectar cada una de las vías de las hormonas pituitarias además de alterar el metabolismo óseo.
- El efecto más reportado y más sustancial fue el hipogonadismo (bajo nivel de testosterona) en ambos sexos; sin embargo, la supresión del eje suprarrenal puede ser más común de lo que inicialmente se pensó. (El eje hipotalámico-pituitario-adrenal es la interacción entre tres glándulas endocrinas: el hipotálamo, la glándula pituitaria y las glándulas suprarrenales).
- Los médicos concluyeron que se necesita más investigación para determinar qué opiáceos tienen más probabilidades de causar disfunción endocrina y qué pacientes deben someterse a exámenes de detección y tratamiento. También se desconoce el tiempo transcurrido hasta el desarrollo de los cambios hormonales después de comenzar la terapia con opiáceos y si finalizar la terapia con opioides puede normalizar los niveles hormonales.
- Doctores del Programa de Investigación en Salud Masculina: Envejecimiento y Metabolismo, Department of Medicine, Brigham and Women’s Hospital, Harvard Medical School, Boston University School of Public Health, and the University of Pittsburgh School of Medicine descubrieron que los hombres con deficiencia de andrógenos (baja testosterona) provocado por el uso excesivo de analgésicos y otros medicamentos para el dolor, mostraron mejorías en el dolor, el deseo sexual, la composición corporal y aspectos de calidad de vida, cuando se someten a un programa de reemplazo de testosterona.
- Un estudio sueco recientemente se centró en los efectos de la testosterona sobre los condrocitos (cartílago en crecimiento). La investigación concluyó que la testosterona promueve la diferenciación de condrocitos (que producen células de cartílago) y aumenta la producción de colágeno.
Mucha gente cree que la testosterona es solo una hormona masculina, pero también juega un papel fundamental en la química del cuerpo femenino. Tanto los hombres como las mujeres, si tienen niveles bajos de testosterona, es probable que experimenten más dificultades para la curación.
La testosterona la producen los hombres en los testículos y las mujeres en los ovarios. También hay una pequeña producción que se crea en las glándulas suprarrenales. Aunque la glándula suprarrenal puede producir una pequeña cantidad de testosterona, muchos pacientes de ambos sexos padecen agotamiento de las suprarrenales como resultado del estrés. El STRESS puede producir dolor, falta de sueño y una miríada de problemas personales. Por lo tanto, a veces se necesita tratar la fatiga suprarrenal para optimizar la producción de hormonas.
Las anormalidades séricas de las hormonas son biomarcadores para el dolor severo e incontrolable.
Forest Tennant, MD, DrPH, escribió en la revista médica Postgraduate Medicine:
Algunos pacientes con dolor severo y crónico no lograron un alivio adecuado del dolor con los medicamentos estándar para el dolor, incluidos dosis bajas a moderadas de opioides. Para ayudar a caracterizar a estos individuos y desarrollar estrategias de tratamiento para ellos, se obtuvo un perfil de hormonas séricas que consiste en adrenocorticotropina (ACTH), cortisol, pregnenolona, progesterona, dehidroepiandrosterona (DHEA) y testosterona en 61 pacientes con dolor crónico que no respondieron a los tratamientos estándares; 49 pacientes (80,3%) demostraron anormalidad hormonal y 7 pacientes (11,5%) mostraron una deficiencia hipofisaria suprarrenal-gonadal grave, como lo indican los niveles séricos de adrenocorticotropina (ACTH) deficientes y más de 2 hormonas adrenal-gonadales.
Estos resultados sugieren que las anormalidades en las hormonas, circulantes en sangre, son biomarcadores de dolor severo e incontrolable y, en un paciente que no ha respondido al tratamiento estándar contra el dolor, son indicadores de que se requieren analgésicos mejorados y que puede estar indicado el reemplazo hormonal.
Se ha demostrado una clara conexión entre los niveles hormonales, las hormonas del estrés y el dolor crónico.