por M. Darrow
Muchas, muchas veces un paciente nos preguntará: «¿Cuánto tiempo tengo que esperar para tratarme con Células Madre ya que acabo de recibir una inyección de cortisona?. «Es posible que escuchemos esa pregunta con mucha menos frecuencia luego de que una investigación como esta ilustra lo que hace la cortisona a nivel celular en las Células Madre.
American Journal of Sports Medicine, diciembre de 2017:
- Un paciente se enroló en un estudio para evaluar una construcción de Ingeniería Tisular basado en Células Madre para el defecto del cartílago/hueso
- El paciente sufría de la parálisis de Bell por la cual recibió una dosis alta de esteroides
- Los médicos esperaron 3 semanas para cultivar las Células Madre que necesitaban para la construcción del tejido.
- Luego esperaron otras 4 semanas para cultivar a las 7 semanas después del tratamiento
Entonces, ¿cómo concluyó este estudio?
- Las Células Madre a las tres semanas después de la cortisona no lograron generar un andamiaje funcional de ingeniería tisular (simplemente no se pudo lograr la curación).
- Sin embargo, las Células Madre a las 7 semanas (después de la terapia con esteroides) demostraron que si funcionaban al respecto. Otros estudios in vitro con Células Madre y esteroides indicaron que el efecto de los esteroides in vivo era probablemente un efecto directo del fármaco sobre las Células Madre. (Simplemente, la cortisona atacó directamente a las Células Madre).
- Este caso sugiere que las Células Madre están transitoriamente comprometidas después de una dosis alta de terapia con esteroides y que es crítico tener en cuenta la sincronización de la recolección de Células Madre.
- Los perfiles de los medicamentos de los donantes y receptores de Células Madre se deben monitorear cuidadosamente para optimizar las oportunidades de reparar con éxito los tejidos dañados. (Asegúrese de que las Células Madre donadas no provengan de alguien que acaba de recibir cortisona).
En un estudio en Journal of the American Medical Association (JAMA), los doctores encontraron que entre los pacientes con osteoartritis de rodilla, una inyección de corticosteroide cada tres meses durante dos años resultó en una pérdida de volumen de cartílago significativamente mayor y ninguna diferencia significativa en el dolor de rodilla en comparación con pacientes que recibieron una inyección de placebo.
Timothy E. McAlindon, DM, MPH, del Tufts Medical Center, Boston, y sus colegas asignaron aleatoriamente 140 pacientes con osteoartritis de rodilla sintomática con características de sinovitis a inyecciones en la articulación con el corticosteroides triamcinolona (n = 70) o solución salina (n = 70) cada 12 semanas durante dos años. Los investigadores encontraron que las inyecciones con triamcinolona daban como resultado una pérdida de volumen de cartílago significativamente mayor que la solución salina y ninguna diferencia significativa en las medidas de dolor. El grupo de solución salina tuvo tres eventos adversos relacionados con el tratamiento en comparación con cinco en el grupo de triamcinolona (40% más eventos adversos).
En otro nuevo estudio, los científicos publicaron sus hallazgos sobre los efectos dañinos de la cortisona en el cartílago y la incapacidad del ácido hialurónico para reparar este daño cuando se usan en combinación.
La idea de combinar cortisona y ácido hialurónico es que la inyección intraarticular de corticosteroides puede tratar el dolor inflamatorio de la artritis y el ácido hialurónico puede detener el efecto nocivo de estos esteroides en las células de los condrocitos (desintegración del cartílago).
Las inyecciones de ácido hialurónico se han sugerido como un medio para contrarrestar los efectos secundarios negativos mediante la reposición de líquido sinovial que puede disminuir el dolor en las articulaciones afectadas. Sin embargo, los tratamientos combinados de esteroides y ácido hialurónico no se han entendido ni estandarizado por completo y siguen siendo motivo de preocupación. El estudio sugiere que puede ser mejor evitar este tratamiento combinado porque los resultados son insuficientes.
Los corticosteroides, como la cortisona, son poderosas sustancias antiinflamatorias. No se usan para aliviar el dolor, sino que reducen la inflamación, lo que a su vez puede disminuir el nivel de incomodidad del paciente.
Los ejemplos de afecciones para las que se usan inyecciones locales de cortisona incluyen inflamación de una bursa (bursitis), un tendón (tendinitis) y una articulación (artritis). La artritis de la rodilla, la bursitis de la cadera, las afecciones dolorosas del pie, como la fascitis plantar, la tendinitis del manguito de los rotadores y muchas otras afecciones pueden tratarse con inyecciones de cortisona.
En un nuevo estudio realizado en Italia, los investigadores notaron que los glucocorticoides locales han mostrado resultados positivos en algunas tendinopatías pero no en otras. además, se ha informado un empeoramiento de los síntomas, reducción de las Células Madre nativas en las articulaciones e incluso roturas espontáneas del tendón. Varios estudios experimentales sugieren que la acción directa de los glucocorticoides en los tendones es extremadamente perjudicial.
¿Qué dicen estos estudios?
- La cortisona ataca las Células Madre, comprometiendo la curación natural
- La investigación de Tufts Medical Center sugiere que un placebo funcionará igual de bien sin los efectos nocivos
- La prevención de los efectos perjudiciales de la cortisona con inyecciones de ácido hialurónico no funciona porque la cortisona es demasiado potente
- Al atacar las Células Madre en los tendones, la cortisona provoca un empeoramiento de los síntomas del tendón.