Dr. Juan Carlos Vargas
Estos 5 años dedicados al manejo del Dolor Crónico, por medio a la Proloterapia Intensiva, han estado llenos de hermosas bendiciones.
He visto casi todas las patologías que la Proloterapia es capaz de tratar.
He visto pacientes que llegan confiados y esperanzados, ya sea por lo que han visto en las redes sociales, por el testimonio de amigos y/o conocidos, o por lo que los hijos o familiares les han contado.
Otros han llegado bastante escépticos, ya que a pesar de haber escuchado o leído que era una buena opción para tratar el dolor, en lo profundo de su cerebro siguen pensando: “Hum, será verdad que este asunto funciona?”.
He tratado otros que han llegado desesperanzados, entristecidos y viendo a la “proloterapia” como la última oportunidad, ya que han sido vistos por entre 3 y 12 médicos (antes que nosotros), sin obtener resultados satisfactorios.
Y, finalmente, he visto a algunos pacientes aprehensivos, inquietos, nerviosos, etc., porque aunque han leído que la Proloterapia se basa en inyecciones, (y estas les causan miedo), se atreven a ir porque sus dolores no han mejorado a pesar de haber gastado mucho dinero en innumerable cantidad de medicamentos para el dolor (analgésicos, antiinflamatorios, inyecciones de cortisona, relajantes musculares, etc.), consultas médicas, largas listas de espera para ser vistos, desplazamientos, pruebas de laboratorio, imágenes realizadas, infiltraciones, y en “algunos” casos, las cirugías, la rehabilitación, etc. Sin contar con el “sufrimiento”, la angustia, las decepciones, las quejas, los lamentos, los insomnios, etc., ni con el porcentaje (10-60%) de pacientes que continúan con dolor a pesar de la cirugía.
Alguna vez he contado que después de ver a cientos de pacientes cuya principal queja era el DOLOR, y que, agotadas las opciones disponibles en el armamento farmacéutico, en vista de que los dolores solo mejoraban los primeros días o semanas de su uso, para luego regresar, comprendí que debía haber otras opciones, porque al igual que la mayoría de mis colegas, sólo estaba tratando el dolor y no LA CAUSA DEL MISMO.
Lo cierto es que la inmensa mayoría de aquellos pacientes a quienes hemos tratado con Proloterapia, o han sanado o han mejorado entre el 50 y el 85% de sus dolores.
*Si quieres ver algunos testimonios de pacientes sanados o que han alcanzado una grandísima mejoría, entre a nuestra página de Facebook, Instagram, Twiter, o canal de YouTube: Centro de Proloterapia Intensiva, y se asombrará de los increíbles resultados que han experimentado muchos de nuestros pacientes, quienes han decidido líbreme y voluntariamente, sin ser coaccionados ni forzados (ja, ja, ja, ¡parece un compromiso de matrimonio!) venir y contar sus experiencias en nuestro centro de Proloterapia y Medicina Regenerativa*.
Me interesa sobre todo llegar a aquellos pacientes temerosos, aprehensivos y que sienten miedo al oír la palabra “aguja”. Les quiero contar que más del 90% del tiempo que pasa en nuestra oficina, lo pasa en una entrevista larga y detallada sobre su dolor, en un exhaustivo examen físico y en el manejo posterior a recibir la sesión de tratamiento.
El tiempo real del tratamiento es entre 5 y 10 minutos.
¿Es el tratamiento con Proloterapia inaguantable e insufrible?
Les garantizo que el león no es tan fiero como lo pintan. Más del 90% de los pacientes lo toleran bastante bien. A todos los pacientes les damos (preventivamente) un analgésico suave antes de la sesión. Terminada la sesión sienten una sensación de pesadez en el área tratada (no dolor). Que cuando les llamamos al día siguiente, nos cuentan que ya están en el trabajo, y que antes de los 5 días están en su actividad deportiva o recreativa preferida.
¿Es usted capaz de cambiar 5 minutos de tratamiento y unas pocas horas de discomfort, por una mejoría de al menos un 50% en el dolor que ha estado padeciendo desde hace semanas, meses o años?
No sé Usted, pero miles de pacientes, lo han hecho y no se arrepienten.
En el caso de temor extremo, le podríamos dar una sedación activa (una pastillita) antes de la sesión.
En una entrevista en el programa Sólo Para Mujeres, la querida e insuperable psicóloga, periodista, ex-paciente y amiga Zoila Luna, expresó: “Las sesiones de Proloterapia molestan y/o duelen, PERO ¡MÁS DUELE EL DOLOR que tenía antes de venir!.
Un tratamiento que puede molestar, pero que es capaz de curarme totalmente o mejorarme más del 85% del DOLOR CRONICO que siento; que lo recibo una vez al mes, donde soy “escuchado” y “entienden” mi dolor; donde “oran” por mí antes de cada sesión; donde se respira un ambiente de paz; donde recibo un seguimiento cercano antes, durante y después del tratamiento…verdaderamente hacen la diferencia.
Si Usted es de los tristes, desesperanzados, de los que han sido visto por más de un médico, de los temerosos o aprehensivos, de los que (como primera opción), le proponen soluciones extremas, etc., dese una oportunidad, y le digo que, es bastante probable que no se arrepentirá.
¡Dios y la Proloterapia funcionan!
Juan Carlos Vargas
Experto en Proloterapia y Medicina Regenerativa