Rosario3.com
27 de diciembre de 2017
“El dolor lumbar como síntoma lo padecerá el 80% de la población al menos una vez en su vida”.
Según Facundo Van Isseldyc: «No debemos circunscribir la consulta del paciente al síntoma o al órgano que está afectado; no estamos viendo una lesión ni una enfermedad, estamos viendo a un paciente que es infinitamente más que eso».
El dolor es la primera causa de consulta en algunas especialidades médicas de muchos países; en países como España, por ejemplo, “el dolor es la segunda causa de consulta en Atención Primaria (AP) y más del 50 por ciento de ellas se asocia al dolor crónico. Por lo tanto, los Médicos de Familia son los primeros en diagnosticar y tratar las enfermedades que causan dolor, tanto agudo (de pocas horas, días o semanas), como crónico (de más de 2-3 meses), y de ahí la importancia de la formación continua para un abordaje correcto”, declaró Antonio Alcántara, presidente del Comité Científico de las II Jornadas Nacionales de Dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Es increíble que: en nuestro país se vendan alrededor de “70 millones de cajas de analgésicos al año”.
Ante estas observaciones, Rosario3.com consultó a Facundo Van Isseldyc, neurocirujano, especialista de cirugía endoscópica mínimamente invasiva de columna, integrante del Servicio de Neurocirugía del Hospital Privado Rosario, quien así se expresaba: “no sólo como síntoma; que es importante; sino por la frecuencia con que se nos consulta debido al dolor, ya que se trata de la consulta más frecuente en nuestros consultorios.
Es un gran tema y un problema que el profesional de la salud toma como un desafío cotidiano; para nuestra especialidad (y las especialidades) que reciben cotidianamente estos pacientes, esta consulta es un reclamo y algo de lo que debemos hacer cargo.
Sobre todo, los dolores lumbares. El dolor lumbar como síntoma se presenta en el 80% de la población que lo padecerá al menos una vez en su vida. A todos o a casi todos nos ha dolido, o nos va a doler la columna lumbar, tengamos o no hernias de disco.
Este síntoma está asociado al estilo de vida que llevamos.
Responder a esta demanda (diaria) de los pacientes requiere no sólo actualización científica sino conocimiento y empatía para comprender lo que el dolor significa para quienes nos consultan por él.»
– ¿Es una de las cuestiones que el médico asume con su juramento?
– Una de las máximas de la medicina que nos viene de Hipócrates, justamente, es “PRIMERO NO DAÑAR”. Poner en práctica esta premisa significa que el profesional agudice su capacidad de observación; ya que el médico a través de su práctica puede hacer mucho bien o puede ocasionar daños. Por eso nosotros tenemos que observar esta premisa con atención: primero no dañar.
– ¿Qué debe hacer el paciente frente a la aparición del dolor?
– Primero, antes que todo, consultar a su médico de confianza, quién lo guiará. Y, en caso de ser necesario, lo derivará a Centros de atención primaria. NOTA: Como en nuestro país, no existe la costumbre generalizada de asistir al médico de cabecera puede irse al especialista o a Centros de Manejo del Dolor.
– No tomar medidas sin consultar
– No automedicarse.
– No pedir consejos a quienes voluntariosos pueden hacernos cometer errores.
– Consultar a su médico de confianza.
Para nosotros, la consulta con el paciente, en especial con el paciente con dolor, sea agudo o crónico, es un tiempo-espacio donde conversamos con quien lo padece, escuchamos con atención y vamos, juntos, haciendo un mapa a partir de los síntomas. Luego procedemos a la revisión exhaustiva y, en caso de que lo consideremos necesario e imprescindible, pedir estudios clínicos y/o de imágenes que nos permitan corroborar la hipótesis que fuimos armando junto al paciente.
– Hoy tenemos acceso a la información en internet; está en nuestras manos, ¿cómo puede afectar al paciente?
– Hoy solemos buscar respuestas a nuestros interrogantes a través del internet. Estas respuestas genéricas pueden confundir y confundirnos. Cuando leemos una respuesta en internet, no sabemos la fuente, los autores de la investigación, los conflictos de intereses, etc., y antes que todo, nos olvidamos de que no existen enfermedades sino enfermos, y en especial de que “cada paciente es diferente”. Lo que aconsejamos es la consulta temprana con el profesional de confianza y llevarles la información recogida para que el profesional ayude a ordenar y a interpretar, ese cúmulo de información que de otra manera confunde.
En el internet podemos encontrarnos páginas serias y otras que no son tan exactas y mucho menos convenientes.
En la consulta, el paciente lleva lo que le pasa, lo que siente y esa es la información primaria que necesitamos; nuestro diálogo con él, nos ayudará a ir develando el origen de ese síntoma, conociendo la historia y evolución del mismo, los factores de riesgo, etc., asociándolo con su historia familiar y su historia de vida. Por eso es tan importante este contacto en donde se funda un vínculo que contribuirá a encontrarle la respuesta al interrogante del síntoma.
Duele, sí, pero cuáles son las actividades que desarrollo; qué hice para que esto ocurriera. Ahí comienza nuestra búsqueda, nuestro accionar detectivesco; luego, tomamos lo que el paciente trae como información, lo ordenamos y le vamos mostrándole al paciente el camino del dolor y sus principales fuentes.
Muchas veces vemos que en la práctica del consultorio sentimos que el paciente viene a la consulta a pedir una segunda opinión, ya que él ya obtuvo la primera: lo leyó en GOOGLE, como un médico italiano ha escrito recientemente: “Si Usted ya tiene su primera opción de diagnóstico en Google, busque su segunda opción en Yahoo.”
– ¿Ustedes lo viven como un obstáculo para la consulta?
– No. Es todo lo contrario; si sabemos recibir lo que el paciente nos trae, nos permite entrar en un diálogo y facilitar que el paciente nos cuente qué más hay en el motivo de su consulta además de aquello que leyó. Qué le dejó lo que leyó; para ir ayudándolo a reflexionar y entender qué puede ser aquello que lo afecta.
– ¿Ha cambiado la forma en que el médico enfrenta a la consulta?
– Es cierto que durante mucho tiempo el médico se movió dentro del modelo médico hegemónico situaba al médico en el lugar del saber y no se aceptaba otros puntos de vista, el paciente lo único que aportaba era su síntoma, a partir del cual el médico iba imponiendo su criterio. Era el médico el único que ostentaba el conocimiento y desde una posición de poder ordenaba. El médico moderno, debe saber “discutir” con el paciente, plantearle diagnósticos diferenciales y opciones de tratamiento, y, de forma importante, permitirle participar de la toma de decisiones.
No debemos circunscribir la consulta del paciente al síntoma o al órgano que está afectado; el paciente es más que eso y, además, vive en sociedad y relacionada con el ambiente y su entorno.
Al final, siempre tratar de que el paciente salga del consultorio reconfortado, esperanzado, acompañado y con la certeza de que hemos nuestro mejor esfuerzo por “conectar” y poder manejar y curar su dolor.