Por Jerry Carino
Cuando los niños reciben la cirugía de Tommy John, es un problema. “Los cuerpos de estos niños están gritando que no pueden hacerlo”.
El Dr. Tommy John sabe algunas cosas sobre lesiones deportivas. Su padre, Tommy John, ganó 288 juegos como lanzador de Grandes Ligas de béisbol, y sigue siendo conocido, en todo el mundo, como el prototipo de la cirugía de reparación de codo que lleva su nombre.
El Dr. John vive en San Diego, era quiropráctico capacitado que también había trabajado como instructor de béisbol hasta que algo llamó poderosamente su atención:
«Empecé a ver a niños llegar con el tipo de lesión que estaba acostumbrado a ver en poblaciones de mayor edad», y él se decía, “Algo no está bien”; además, se percató de que «las lesiones no coincidían con la mecánica», pues chicos con buena mecánica se lesionaban mientras que chicos con malas mecánicas no se lesionaban. Entonces él exclamaba: “Tiene que ser algo más grande”.
Su preocupación por las lesiones en gente joven llevó a John a cambiar de carrera. Hoy es un especialista en Rendimiento y Curación y, además, autor del próximo libro, «Minimize Injury, Maximize Performance: A Sports Parent’s Survival Guide» (Minimizar las lesiones y Maximizar el Rendimiento: Una guía para que los padres sobrevivan a las lesiones deportivas).
En el podcast “Crear un atleta” (de Asbury Park Press), el Dr. John compartió sus ideas sobre que: “el origen de las lesiones, en la gente más joven, está en el uso excesivo en las diferentes disciplinas que practican”.
“Al principio, empecé a ver este tipo de lesiones en el beisbol. Ahora lo estoy viendo en fútbol, en el fútbol americano, en lacrosse”, dijo. Y “lo más alarmante de todo, es cuando veo a un muchacho de 9, 10 u 11 años que ya expresa sentir lo que normalmente habría de ver en una persona de 50 o 60 años (que no practica deporte), y mucho menos en un atleta profesional a los 30 o 40 años”.
El Dr. John contó la historia de un nadador adolescente que acaba de cumplir seis meses “sin los 19 medicamentos que tomaba”, debido a lesiones en el hombro, dolor de espalda y depresión debida al dolor.
“Se trataba de una excelente atleta que practicaba natación desde los 11 años, y siempre fue muy competitiva y exigía el máximo provecho a su cuerpo”, dijo John.
Contó además como un jugador de béisbol adolescente que tenía dolor en el codo por: una microfractura que nunca se curó correctamente debido a que fue mal diagnosticado como artritis juvenil y por tal motivo le administraron una gran dosis de antiinflamatorios a fin de que pudiera continuar.
“Los cuerpos de estos niños, están gritando: “NO PUEDO HACERLO”, y lo que estamos tratando de hacer es poniendo parches para que puedan continuar», dijo John. “Sus cuerpos dicen: “No puedo seguir así”; pero resulta que hemos encontrado formas de engañar al sistema para que puedan continuar. Y ahora todo el mundo se está desmoronando y estamos viendo cirugías a los 15, 16 años”».
Su libro, que incluye un prólogo de su famoso padre, es un llamado a la moderación.
Lo que tenemos que hacer es: “aumentar la capacidad, pero no a expensas de la durabilidad”, concluyó el Dr. John.
Nota: «Ojalá los dueños de las Academias de Baseball que existen en la República Dominicana, tomaran siempre en cuenta estos sabios consejos, para que nuestros jóvenes atletas, debido al uso excesivo en las prácticas de ese deporte, no terminen con una cirugía Tommy John a los 14, 5 o 16 años»