La ciática o el dolor ciático
Cortesía del Dr Marc Darrow
25% de los pacientes que abandonaron sus puestos de trabajo a causa de la ciática, todavía eran incapaces de trabajar dos años más tarde. Los pacientes recibieron cirugía o tratamiento conservador incluyendo terapia física.
El dolor radicular o «radiculopatía» (llamado también a veces «nervio pinzado») es descrito por los pacientes como un dolor profundo que baja por la pierna. Este dolor suele ir acompañado de entumecimiento u hormigueo y debilidad muscular en la extremidad.
El ejemplo más común de este tipo de problema es la ciática. Este dolor se irradia hacia la pierna a lo largo del nervio ciático. El ciático sigue su camino por la parte posterior del muslo, hacia la pantorrilla y luego en el pie a través de las ramas del nervio.
El dolor radicular puede ser causado por una lesión en la columna vertebral. Puede ser debido a lesiones que causan compresión en las vértebras, como los deportes relacionados con lesiones (o accidentes de vehículos de motor), por ejemplo, la hernia de disco. O puede ser causada por un proceso degenerativo como la estenosis o la enfermedad degenerativa del disco.
Es esencial realizar un exhaustivo examen físico (en los casos de dolor referido) para determinar la causa y fuente del problema.
De hecho, podría ser una lesión de ligamento que aparenta ser un pinzamiento del nervio y los puntos de activación (“trigger points”) de los ligamentos pueden referir dolor en una manera similar a la radiculopatía.
Esta es la razón por la que si confiamos solamente de los resultados de una (RNM) Resonancia Nuclear Magnética como única herramienta diagnóstica, esto nos podría conducir a una cirugía innecesaria. Una resonancia magnética puede mostrar una condición pre-existente que nunca ha causado dolor. Si se realizó una cirugía para corregir esta condición y el dolor en realidad era generado por un desgarro de algún ligamento, la cirugía será un fracaso, y el paciente seguirá con su dolor.
Un buen examen físico y el tratamiento conservador le ayudarán a determinar si se trata de una lesión de ligamento o un problema de pinzamiento nervioso.
Es importante para el paciente conocer en casos de dolor irradiado que una resonancia magnética que indica el deslizamiento de las vértebras (espondilolistesis), una condición artrítica, o un disco protrupido o desbordado, NO es necesariamente una indicación de que es necesaria la cirugía.
Diagnóstico de La ciática por RNM
Por lo general tenemos pacientes que llegan a nuestra oficina con montones de imágenes de (RNM) Resonancia Magnética, Tomografías Computarizadas y Radiografías que aparentan confirmar el Diagnóstico de Enfermedad Degenerativa del Disco, hecho por otros profesionales médicos. Por ejemplo, una mujer llegó una vez a nuestra oficina. Ella era la «encarnación» del problema que se presentaba en sus imágenes diagnósticas. Cuando ella entró, lo único que podía hacer era hablar de su enfermedad degenerativa del disco. Esta mujer tenía dolor en la ingle y la espalda baja. Cuando le dijimos que íbamos a examinarla para determinar si esto era realmente su problema, ella no “podía comprender” que su dolor podría no provenir de la enfermedad degenerativa del disco en L-5, S-1, porque ella ya había sido diagnosticada de esa enfermedad y lo que “ella necesitaba” era una cirugía. Ha habido muchos estudios y documentos escritos sobre la veracidad o exactitud del diagnóstico basado en una lectura de la RM.
Sabemos por los estudios que la mitad de la gente después de cierta edad, muestran problemas de discos vertebrales en las imágenes, sin reportar dolor alguno en la vida diaria (hasta un 40% después de los 55-60 años).
Qué hacemos: tratamos las imágenes que muestran degeneraciones de discos o tratamos a las personas que no se quejan de dolor alguno?.
Así que si alguien tiene un diagnóstico de una (RNM) Resonancia Magnética lo primero que hacemos es averiguar ver si de esa zona es que está viniendo realmente el dolor. Para practicar una buena medicina tenemos que confiar en las imágenes como la resonancia magnética, los rayos X, las tomografías computarizadas y las sonografías músculo esqueléticas (ellas son una buena ayuda). Pero también no es menos cierto que tenemos que utilizar y confiar en nuestras manos para localizar el origen del dolor, teniendo cuidado para presionar suavemente sobre la zona sospechosa que podría estar causando el dolor. Cuando el toque del médico provoca un intenso dolor en un punto localizado, conocido como un punto de activación o los puntos sensibles (trigger point), esto puede ser una buena zona para hacer proloterapia.