El dolor en la parte superior de la espalda, que se refiere como dolor en la columna torácica y que se extiende desde la base del cuello hasta la parte inferior de la caja torácica, es menos común que el dolor de espalda baja y a menudo es causado por mala postura, levantamiento inadecuado de objetos pesados o lesiones. Es probable que se recupere de este dolor con un descanso adecuado y cuidado personal.
Sin embargo, el dolor de la parte superior de la espalda que es persistente o se acompaña de hormigueo/entumecimiento en los brazos o las piernas, dificultad para controlar el intestino o la vejiga, problemas de equilibrio, fiebre o escalofríos puede ser un signo de una afección subyacente y requiera atención médica.
Estos síntomas pueden estar asociados con un problema espinal como una fractura, hernia discal, pinzamiento del nervio, infección espinal, estrechamiento del canal espinal o, en casos extremos, un tumor en la columna vertebral. El dolor en la parte superior de la espalda también puede ser causado por problemas no relacionados con la columna como una úlcera de estómago (reflujo gastroesofágico) y la enfermedad de la vesícula biliar.
«En los adultos mayores, los pacientes pueden sufrir fracturas osteoporóticas cuando el hueso es demasiado frágil para soportar el peso corporal y colapsa», dice el Dr. Guo Changming, Senior Consultant, Department of Orthopaedic Surgery, Singapore General Hospital.
«En caso de duda, consulte a un médico, especialmente si los síntomas son graves, persistentes y no mejoran con el descanso», dice el Dr. Guo.
¿Cómo se diagnostica el dolor en la parte superior de la espalda?
Su médico tomará su historial médico completo y realizará un examen físico que puede ir seguido de un análisis de sangre para descartar una infección y pruebas de diagnóstico por imagen (Rayos X, RMN, tomografía computarizada, gammagrafía ósea, estudio de conducción nerviosa, etc.) para determinar la fuente del dolor en la parte superior de la espalda
¿Cómo se trata el dolor de espalda?
El dolor de espalda leve a moderado por lo general mejora en unas pocas semanas. Se puede tratar con:
Medicamentos: analgésicos, medicamentos antiinflamatorios, relajantes musculares
Analgésicos tópicos para frotar en el sitio del dolor
Terapia de calor para aliviar el dolor
Fisioterapia para aumentar la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio
Masaje para reducir la tensión y el dolor muscular y mejorar el flujo sanguíneo
Acupuntura que promueve la curación y el alivio del dolor
“Yoga para estirar y fortalecer los músculos y mejorar la postura”
En casos severos, que no mejoran con medicamentos, fisioterapia y otros métodos, la cirugía puede recomendarse como una opción de último recurso. Los procedimientos quirúrgicos incluyen:
Eliminación de disco herniado. Esto se usa para un disco herniado grande que presiona la médula espinal.
Descompresión espinal por estenosis. Esto ensancha el canal espinal que se ha estrechado y alivia la presión sobre la médula espinal o el nervio
Nota: En Nuestro Centro, después de descartadas otras causas importantes, entre ellas las malignidades con afección secundaria a columna, preferimos tratar a los pacientes con Proloterapia Intensiva y Medicina Regenerativa