La importancia del dolor, en sus distintas facetas y tipos, su temporalidad (dolor agudo, dolor crónico), su mecanismo fisiopatológico (dolor nociceptivo, somático o visceral, dolor neuropático), su diagnóstico y abordaje terapéutico, fueron abordados en el XXIV Congreso Nacional de Medicina General y de Familia de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que se celebró en San Sebastián del 18 al 20 de mayo.
Para la doctora Juana Sánchez, responsable del Grupo de Trabajo del Dolor de la SEMG: “Cuando los profesionales estudiamos en la facultad o incluso en la fase de la residencia, el tratamiento del dolor, es muy disperso, básico y deficiente. No existe una asignatura de algología. Posteriormente hay algunas universidades en donde se realizan maestrías en dolor, con los que se puede mejorar esa formación y tratan bastante bien el dolor agudo, pero tienen muchos problemas en el manejo del dolor crónico, porque hay que abordarlo de una forma multifactorial y multisistémica”.
Pese al consenso internacional de que los pacientes con dolor crónico deben ser tratados, se estima que el 80% de la población mundial con dolor moderado o intenso tiene un acceso insuficiente o nulo al tratamiento del dolor. Para que se tenga una idea sólo en España, 6,1 millones de personas padecen dolor
El dolor crónico tiene un impacto a nivel físico y psicológico similar al del cáncer.
En Europa, existen altas cifras de prevalencia y de impacto económico y social. Se calcula una prevalencia de dolor crónico del 19%, con importantes repercusiones laborales y personales, escaso acceso a recursos especializados de tratamiento; un 50% de las personas CON TRATAMIENTO INSUFICIENTE y un alarmante 33% de los pacientes SIN TRATAMIENTO. En España, padecen dolor 6,1 millones de españoles, es decir, el 17% de la población, siendo las mujeres las que presentan dolor con mayor frecuencia (61% vs 39%) y con carácter más intenso.
El dolor neuropático lo manejan los médicos en Atención Primaria
Se considera que alrededor del 15-25% de las personas con dolor crónico presentan dolor neuropático. Concretamente, aparece en el 8% de los pacientes con accidente cerebrovascular, al menos en el 20% de los pacientes con esclerosis múltiple, aproximadamente en el 50% de los que presentan lesión medular y en torno al 60% de los que han sufrido una amputación (miembro fantasma).
En el congreso de la SEMG hubo un especial protagonismo del dolor neuropático, dado que la mayoría de casos se manejan en Atención Primaria (AP), y sólo una minoría es derivada para evaluación clínica y diagnóstico a segundo nivel. “El dolor neuropático es una verdadera enfermedad y es con diferencia el más complejo y el de más difícil abordaje desde todos los puntos de vista. Bien es verdad que, si uno lo detecta a tiempo y tiene buenas herramientas para detectarlo, como el Screening Tool, seremos capaces de poner un tratamiento precoz y rápido y tendremos mejores respuestas que si le dejamos actuar durante mucho tiempo”, comenta la doctora Sánchez.
La sensibilización y concienciación, importantes en dolor
Respecto a la detección y a la prevención, la responsable de la SEMG puntualiza: “Es el punto más importante, llegar a un diagnóstico y poner un tratamiento lo antes posible, porque no todas las personas respondemos igual a todos los fármacos en los que tenemos evidencia. Tenemos que estar muy atentos al iniciar el tratamiento lo más precozmente posible y, derivar a los pacientes a una Clinica del Dolor.
“En los procesos de cronicidad del dolor ha habido una mayor sensibilización y concienciación desde que las comunidades autónomas empezaron a tomar conciencia y preocuparse por el dolor. Cuando hablamos de calidad de vida, un paciente con dolor crónico de larga duración y con una intensidad muy elevada, es un paciente con una calidad de vida muy mala en todos los sentidos. A ese respecto, seguimos teniendo muchas carencias. Hoy en día hemos avanzado mucho, pero todavía nos queda mucho por conocer. Saber cómo nos sensibilizamos, y de ese modo, cómo las neuronas tienen esa plasticidad para interpretar los mensajes que se les dan. No tenemos claro esos mecanismos de sensibilización química, central y periférica, pero podemos aliviar mucho el dolor crónico hasta llegar a que el paciente haga una vida normal y funcional”, añade la especialista.